jueves, 11 de octubre de 2012


11 pasos para leer en forma divertida

 

El consejo popular dice que debemos inculcar en los niños el hábito de la lectura; así, su imaginación y capacidad intelectual se desarrollarán de tal forma que podrán afrontar los retos cotidianos con mayor soltura y libertad. Sin embargo, pocas veces los padres tienen al alcance de la mano métodos sencillos que faciliten esta tarea, una de las más importantes en la educación de nuestros hijos.

   El libro como juguete. Si bien los niños son capaces de comprender palabras escritas a partir de los 4 años de edad, podemos acercarlos al mundo de los libros mucho antes, a los 5 o 6 meses; no como lectores, precisamente, sino como “jugadores”. Permitamos que manipulen diferentes tipos de libros, para que vayan reconociendo, formas, texturas, colores.


 ◊ Al alcance de todos. Ubiquemos estos libros en alguna repisa a la cual tengan acceso fácil. Al principio los doblarán y deshojarán, así que, para los más pequeños, los libros pueden ser de tela o plástico, impermeables; mejor si tienen hojas duras.


  ◊ La importancia de compartir. No es gratuito que en los programas de fomento a la lectura en todo el mundo se muestren imágenes de padres leyendo al lado de los niños. Leerle un cuento a diario enriquecerá su vocabulario y abrirá su imaginación a nuevos y fascinantes mundos.


 ◊  El tiempo adecuado. Si bien, lo recomendable es compartir diariamente por lo menos 20 minutos de lectura, el límite lo establecemos nosotros mismos, y la forma en cómo captamos su atención. Por ejemplo, luego de leer una historia, podemos jugar a escenificar la historia que leímos haciendo una “función de títeres”, disfrazándose y actuar, etcétera.


 ◊  Predicar con el ejemplo. Nunca debemos olvidar que los niños aprenden con el ejemplo y no con la imposición, por lo que los padres debemos ser los primeros en tener el hábito de lectura. ¿Cuántas veces nos han visto sentados en la sala, leyendo en el sillón?


 ◊La importancia de elegir bien. Elijamos los libros acorde a la edad del niño. Inicialmente, deben ser textos cortos, con letras grandes, en lenguaje simple y con imágenes. Observemos qué es lo que les gusta. Podemos tomar de referencia los programas de tele que prefieren, con qué juguetes se divierten, a qué les gusta jugar. Con ello podremos elegir una lectura que les interesará.

◊   El rincón de la lectura. Si las condiciones lo permiten, establece un lugar dentro de casa para la lectura, donde se encuentren los libros. De preferencia, deber ser un ambiente tranquilo, cómodo y bien iluminado.


 ◊  De compras. Vayamos juntos a librerías y ayudémoslo a elegir los libros que leerá. Puedes hacer una excursión a la biblioteca o participar de actividades culturales relacionadas con la lectura infantil; incluso jugar a leer los carteles publicitarios, cuando caminamos. La lectura está en todos lados, sólo debemos descubrirla.


  ◊Deja escuchar tu voz. Leerles en voz alta, mientras se les va enseñando las ilustraciones, capta la atención del niño. Permitamos que ellos lean segmentos del cuento; por ejemplo, su parte favorita o emocionante.

 ◊El nuevo vocabulario. En un cuaderno apuntemos las palabras nuevas, las que el niño no entendió. Después, al lado, anotemos el significado. Al ver llenarse el cuaderno, el niño se sentirá satisfecho y su expresión oral crecerá en forma valiosa.

 ◊   Para una mejor comprensión. Es la parte más importante de la lectura y de la cual depende que nuestros hijos sigan adelante con el hábito. Después de leer con ellos, debemos preguntar qué fue lo que más les gustó, quién fue su personaje favorito, cómo les pareció la reacción de determinado personaje ante cierto hecho, qué hubieran hecho ellos ante determinado acontecimiento. ¿Qué otro paso recomiendas?



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